Este material ha sido recibido por M. G. a través de la técnica de registros akáshicos. Se ofrece sin fines de lucro, a todo aquel que desee trabajar sinceramente en la sanación de su propio Corazón y del Corazón de la Madre Tierra.
Por favor usen la Oración Dorada con amor, responsabilidad, generosidad y humildad.

Gracias

Que Dios/Diosa l@s bendiga.

lunes, 21 de julio de 2014

LA INVITACIÓN

La Oración Dorada es una invitación, no es un método. Es una posibilidad, no es la única. Se presenta al mundo como una opción, una entre tantas. Podemos hablar de la Oración Dorada como un sistema que focaliza nuestra conciencia cardíaca. Propicia un entrenamiento en el arte de estar centrado en el propio corazón. El corazón tiene dos partes: una física y otra Divina. La Divinidad yace en cada corazón, es el Gran Misterio, la Gran Búsqueda. Mientras vivimos la experiencia de estar encarnados, el Corazón No Físico tiene su asiento en el Corazón-Músculo-Físico; más en verdad, lo trasciende y es independiente de él. El Corazón No Físico es al que llamamos El Gran Corazón, es el Corazón de Corazones. Es aquel que asienta la conciencia crística. Es el que tiene la capacidad de amar como Cristo. ¿Quién es Cristo? Es una síntesis de luz. Los voltajes que irradia la energía del Gran Corazón son altísimos, imposibles siquiera de imaginar para la actual humanidad. Esta luz es sintetizada por el Cristo, de tal manera, que puede ser emanada amorosa y generosamente, de modo que pueda ser recibida y asimilada por los seres humanos, en su justa medida, sin que éstos se cieguen por no vibrar aún en la Frecuencia Máxima del Amor Puro. Es una luz dada con la misma bondad que una madre pájaro alimenta a sus pichones. Estamos en proceso de crecimiento espiritual, y algún día seremos seres amorosos y extenderemos nuestras alas para emprender el vuelo de retorno. Pero aún estamos en proceso. Salir de la niñez espiritual requiere paciencia, humildad y trabajo conciente y sostenido. Mientras el ego permanezca separado del Ser Mayor, obrando con egoismo y des-consideración hacia la Vida como trama comunitaria, el avance espiritual se torna lento. Por eso es importante trabajar día a día en el despertar del Corazón, porque el Corazón sabe acerca de "los otros", el Corazón comprende el lenguaje de la tribu, cuando las acciones nacen desde el Corazón son amorosas, se expresan en consonancia con el mayor bien de la vida en todas partes. En términos exotéricos podemos decir simbólicamente que "Cristo" es el Nexo, el Sagrado Conector. Pero en términos esotéricos esta definición es tosca, torpe, inapropiada. Porque lo que nombramos como Cristo es algo tan vasto y hermoso que no cabe en palabras humanas. Por ahora intentemos comprender que Cristo/Cristal es la síntesis lumínica de materia y espíritu. Es la perfecta amalgama entre la luz y la tierra. Une el cosmos con el barro, el polvo de estrellas con el néctar. Lo infinito con lo cotidiano. El dorado es el color que brota de un corazón que ama. Dorada es el aura de los seres que aman más allá de las limitaciones del ego. Cuando vamos más allá de la separatividad y amamos, emanamos luz dorada desde el centro cardíaco. El color dorado no tiene que ver con el oro material, sino con el oro espiritual. Es el brillo interno que nace de las buenas acciones sobre el mundo. (Material canalizado por M.Glusman. Es para compartir gratuitamente. Por favor no lucres con esta información. Gracias. El uso lucrativo de estos textos genera karma ).

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